Tengo
felicidades
también
qué
quizás egoístamente
no escribo.
Tengo
pequeños tarros,
con
grandes felicidades
envasadas
al vacío,
en
una alacena escondida
dentro
de este gran desván.
Digo
que tengo grandes felicidades
por
que es así
es
sincero, no lo niego.
Hubo
un tiempo
donde
nadie leía,
hoy
leéis
y
me respondéis letras
amables
así que sinceramente respondo.
Es
así
tengo
tarros
lindos
tarros guardados
llenos
de polvo
pero
están ahí
escondidos.
Cuando
necesito,
la
vida me los muestra
esos
pequeños tarros se
abren,
y
emana aquella felicidad.
Exigente
y
testarudo
nunca
me refugio ahí.
Más
como salvavidas
aparecen
cuando
deben aparecer.
No
soy menos
ni
más que nadie
recurro
a la letra
cuando
no tengo otro confidente
cuando
el dolor quema
y
no me queda más Benedetti.
Recurro
a la rima
cuando
me sangra el pecho
cuando
me duele la espina
esa
que se resigna
a salir con el tiempo.
No
es menos cierto lo
que digo,
más
quizás
sólo
recurro en invierno
a la búsqueda de estas letras
y
aquellos pequeños tarros repletos
de felicidad,
siguen
ahí escondidos
en mi inmenso desván...
(Dedicada
a los que leéis estas humildes letras)
[am]
[am]
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