lunes, 11 de agosto de 2014

Felicidad


Tengo felicidades 
también
qué quizás egoístamente
no escribo.

Tengo pequeños tarros, 
con grandes felicidades
envasadas al vacío,
en una alacena escondida
dentro de este gran desván.

Digo que tengo grandes felicidades
por que es así
es sincero, no lo niego.     

Hubo un tiempo
donde nadie leía,
hoy leéis
y me respondéis letras amables 
así que sinceramente respondo.

Es así
tengo tarros
lindos tarros guardados
llenos de polvo
pero están ahí
escondidos.

Cuando necesito,
la vida me los muestra
esos pequeños tarros se abren,
y emana aquella felicidad.

Exigente
y testarudo
nunca me refugio ahí.

Más como salvavidas
aparecen
cuando deben aparecer.

No  soy menos
ni más que nadie
recurro a la letra
cuando no tengo otro confidente
cuando el dolor quema
y no me queda  más Benedetti.

Recurro a la rima
cuando me sangra el pecho
cuando me duele la espina
esa que se resigna
a salir con el tiempo.

No es menos cierto lo que digo,
más quizás
sólo recurro en invierno
a la búsqueda de estas letras
y aquellos pequeños tarros repletos de felicidad,
siguen ahí escondidos
en mi inmenso desván...

(Dedicada a los que leéis estas humildes letras)

[am]

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